domingo, 22 de agosto de 2010

JAMPAN...!!! DÍA UNO


Días antes de partir comenzó nuestra gran aventura: elegir coordinador, nombre y grito, hacer el banderín, ponernos de acuerdo para llevar el equipo de acampado, recoger nuestros de la delegación, entre muchos otros detalles. La espera que a todos nos perturbo durante mucho tiempo al fin término, la fecha había llegado y poco a poco toda la provincia se iba concentrando enfrente de la catedral, todos ansiando el esperado momento de abordar al autobús para empezar nuestra travesía. Nuestro equipo ya tenia nombre: Tariacuri (ichuskuta nare nare) y también banderín, y algunos integrantes del mismo.
Cuando la delegación michoacana estuvo completa llamaron a formación para dar las últimas indicaciones antes de partir. Luego de varias horas de camino, festejar el cumple de Juan (gpo, lázaro cárdenas) con una manzana y un pingüino, un coordinador *coff coff Gus (G2, Uruapan) coff coff* que te despertaba agresivamente si acaso te quedabas dormido y de casi volver locos a los scouters por preguntar como 100 000 veces por minuto -¿ya llegamos?- o alguna variable parecida al fin arribamos al primer punto de nuestro viaje, el Estadio Roberto “Tapatío” Méndez donde se concentraría toda la delegación Mexicana.
Mientras los scouters no registraban, nosotros bajamos del camión buscando entre ese mar azul-verdoso rostros conocidos y hacer nuevos amigos. Cuando terminaron de registraron nos formaron para pasar al lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia de abanderamiento de la delegación mexicana, como la fila avanzaba muy lento empezamos a cantar la canción de la papaya a cualquiera que se le ocurriera pasar por donde nos encontráramos, esta se estuvo oyendo a todo pulmón hasta unos segundos antes de que comenzara la ceremonia: cantar nuestro himno nacional en un evento internacional fue una experiencia muy linda, ver todo ese nacionalismo de todos los scouts de México, todos orgullosos de pertenecer a esta nación. Al término de la ceremonia regresamos a los camiones, esta vez nuestro destino era Meztitla.
Al llegar al panteón de tepoztlan inicio nuestra caminata hacia el campo scout donde bajamos las mochilas y esperamos a que se nos asignara campo de acampado. Después de esperar toda una eternidad, izar la bandera nacional para dar la bienvenida a la delegación y consumir nuestro primer waka lunch, nos dijeron que seriamos parte del campo fuego. Fue justamente en ese momento en el que conocimos a la que seria la ultima integrante de nuestro equipo: Shirley (Paraguay), con la cual logramos nuestra primera exportación de canciones con la ya famosa papaya. Emprendimos entonces nuestra gran caminata hacia los confines de Meztitla para levantar nuestro campamento, fue hasta ese momento que a alguien del equipo se le ocurrió preguntar por los toldos y ¡oh! Sorpresa, nadie traía toldo, y el cielo nos amenazaba tajantemente con lluvia, no tuvimos mas opción que resignarnos a que tendríamos un jampan un poco húmedo.
Luego de convencernos de que nuestra casa de campaña sobreviviría sin toldo nos dirigimos al lugar donde seria la inauguración, donde los scouters nos mandaron a nuestros respectivos campos donde nos organizaron para partir a ala tan esperada inauguración. Poco a poco fueron presentando a los 4 elementos todos acompañados de un espectáculo y un vídeo. Al termino de la inauguración todos estábamos mas que listos para la primera fiesta, la cual nunca llego, pero demostrando nuestro espíritu nos pusimos a entonar canciones scouts a la luz de la luna, hasta que cierto scouters no sugirió “sutilmente” que nos fuéramos a dormir para que la tropa pudiera descansar, lo que dio fin a nuestra fiesta, pero antes de retirarnos a nuestros aposentos, tuvimos la oportunidad de conocer a parte de la delegación brasileña, los cuales al escuchar que era el cumple de Juan cantaron algo en portugués, que por el tono de la melodía todos supusimos que eran las mañanitas.
Al llegar a nuestra tienda de campaña y disponernos a dormir nos encontramos con una invitada indeseada, una enorme piedra se encontraba a mitad del suelo de la carpa, como pudimos nos acomodamos (ese día fue fácil, ya que solo éramos tres chicas) y después de un largo día nos dejamos llevar por un profundo sueño, esperando anhelantes nuestra primera actividad del jampan.

Continuara...

Por Lorena Anahí Robles Herrejon

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